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Soy Ana García, psicóloga (colegiada n.º GZ-02226) sanitaria y psicoterapeuta individual, familiar y de pareja. Me licencié en Psicología en 2011 por la Universidad del Pais Vasco. Posteriormente realicé el Master de Intervención Familiar y Terapia de Pareja Impartido por AVAPSI.

Mi interés por la psicología y el comportamiento humano aumentó tras terminar la carrera y dedicarme al ámbito de la desprotección infantil, como terapeuta familiar y coordinadora de equipos multidisciplinares. Este camino me llevó a iniciar un proyecto en consulta privada que ha ido creciendo en los últimos años formando actualmente un equipo de 4 psicólogas. Desde 2022 compagino esta actividad con la docencia en la Universidad de Deusto, como profesora de Psicología y Comunicación en los Grados de Fisioterapia y Enfermería, en el Campus de Donostia.

Para mí la terapia es un camino de aprendizaje profundo, de crecimiento y de cambio. Es un lugar en el que encontrarse con luces y sombras, no para huir de ellas sino para entenderlas, aceptarlas y transformarlas cuando así lo necesitemos. Supone darnos permiso de pedir ayuda cuando sentimos que no podemos gestionar nuestras emociones, sentimientos, pensamientos, conductas o situaciones.

Podemos con mucho pero no con todo, y menos aún, con todo a la vez.  La angustia, la ansiedad, la tristeza, el miedo… provocan sufrimiento y malestar, pero también pueden ser el inicio para empezar un viaje hacia nosotros/as mismos/as.

Soy psicóloga (colegiada n.º GZ-02302), psicoterapeuta familiar y de pareja. Me licencié en Psicología por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea en 2010. A continuación, realicé el Master en Terapia familiar y de pareja.

Nada más finalizar la carrera comencé a trabajar en el ámbito de la desprotección infantil
mientras lo compaginaba con el Master. En el año 2014 quise seguir formándome, esta vez especializándome en el ámbito de la psicopatología y psicoterapia infantil y adolescente.

Mi área de trabajo siempre ha sido el de la desprotección infantil y las consecuencias que
genera tanto en los niños y niñas, como en todo el sistema familiar. Desde 2014 hasta 2021 he trabajando en el programa de la Diputación que gestionaba tanto adopciones nacionales como internacionales.

En el año 2014 comencé a atender pacientes en la consulta privada, ámbito al cual
me dedico plenamente en la actualidad.

La terapia para mí es un lugar donde poder reencontrarse con uno/a mismo/a, escucharse y reconciliarse. Un sitio en el que respirar y sentir, distinguir entre lo que esperan de uno/a y lo que uno/a realmente quiere. Aceptar que esto no siempre irá de la mano y eso, está bien. Creo que la terapia ayuda a poder desprenderse de lo que ya no funciona y no nos hace bien, aprender a cerrar etapas. Un sitio seguro en el que poder derrumbarnos, reconstruirnos, querernos, aceptarnos, crecer y cuidarnos.